Aval jurídico a las zidres abre las puertas al desarrollo rural

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El fallo de la Corte será el  punto de partida para que el gobierno comience a redactar las normas que reglamentes la Ley y un documento Conpes

La creación de Zonas de Interés de Desarrollo Rural Económico y Social (Zidres), el proyecto bandera del Gobierno para convertir al país en una de las despensas agropecuarias del mundo, quedó con el camino despejado, tras el aval dado por la Corte Constitucional.

Superado el trancón jurídico, el Gobierno le dará vía libre a la implementación de esta iniciativa que busca hacer del campo un negocio inclusivo, que promueve la participación de pequeños, medianos y grandes productores. 

(Lea: Ley de Zidres, a punto de ser una realidad). 

Andrés Espinosa, experto del sector, asegura que una vez ratificada la decisión de levantar las restricciones que estableció la Ley 160 de 1994 que dio vida a las Unidades Agrícolas familiares (UAF) y limitó la extensión de propiedad de la tierra, el país abre la puerta al desarrollo rural.

"Esto puede partir en dos la historia del sector agropecuario nacional. Una vez eliminada esa camisa de fuerza, el campo podrá contar con grandes inversionistas que involucren a pequeños y medianos productores en proyectos a gran escala”.

La eliminación de la restricción existente hasta ahora podría reactivar la intención de ejecutar al menos 25 iniciativas privadas orientadas a la producción agropecuaria y forestal en la altillanura colombiana, con inversiones que rondan los 1.000 millones de dólares, los cuales no han podido despegar por falta de garantías jurídicas. 

"Con ese nivel de impedimento que indica que en esa región del país nadie podía ser propietario de más 1.800 hectáreas, era imposible pensar en agricultura moderna y desarrollada”, indicó Espinosa.

(Editorial: Una incertidumbre menos). 

Agregó que lo aprobado es un camino intermedio incluyente que debe ser impulsado por mecanismos de crédito, respaldo en garantías, estímulos al establecimiento de empresas y hasta abre la posibilidad de que los particulares usen bienes inmuebles del Estado para desarrollar proyectos productivos, en arrendamiento. 

Lo que está claro es que la agricultura a gran escala solo se puede hacer en grandes extensiones, en la medida en que requiere alta tecnología, industrialización, maquinaria moderna y siembras de precisión, además de la participación de cadenas de comercialización.

De acuerdo con el plan 2017 del Ministerio de Agricultura, el paso a seguir es la creación de los instrumentos de política para apoyar la consolidación de estas zonas, en diferentes regiones del país, para sacar del atraso al campo.

Acerca del tema, la Asociación Empresarial para el Desarrollo de la Orinoquia (Asorinoquia) indicó que la decisión de la Corte "es una muy buena noticia, pues consideramos que uno de los mayores obstáculos que ha frenado la inversión y el desarrollo en el Llano ha sido la incertidumbre jurídica sobre la tierra (titulación y propiedad)”.

Clara Leticia Serrano, directora del gremio indicó que una vez conozca más detalles del texto de exequibilidad de la Ley podrá pronunciarse en detalle.

En diversos foros académicos realizados por este gremio empresarial en los últimos tres años, la Ley Zidres y las demandas interpuestas han sido temas de análisis.

Precisamente, en la zona de influencia de este gremio se ha considerado de gran potencial para el establecimiento de proyectos Zidres.

Para el Departamento Nacional de Planeación, la Orinoquia podría convertirse en una potencia agrícola en los cultivos de plátano, cacao, soya, palma de aceite, arroz y maíz.

Además, la Orinoquia tiene una baja densidad poblacional (está en la definición de Zidres), mientras que representa el 37,6 por ciento del territorio nacional, pero solo alberga al 4,5 por ciento de la población.

En la zona existen 12.840 kilómetros de vías terciarias a cargo de los municipios que se encuentran en un estado deficiente, pero que pueden recuperarse para dar mejor movilidad a los habitantes de la región y a las cosechas.

"Hay que aprovechar las potencialidades de la región para impulsar el desarrollo económico y social y reducir por esa vía las inequidades”, indica un reporte de Planeación Nacional.

Por ahora se sabe del interés de las siguientes empresas agrícolas que hoy tienen negocios e inversiones en la altillanura.

Grupo Aliar, Inversiones Manuelita, Mónica Semillas, Poligrow, Grupo Mavalle, Grupo Empresarial GPC, Unipalma y el grupo Mazuera.

También, se cuentan organizaciones como Grupo Agropecuaria y Comercializadora del Meta, el Ingenio Sicarare y la colombiana Grupo Casandra, que sembró 6.500 hectáreas de caucho en la región.

El listado lo cierran el Grupo Sapuga y Bioenergy-Ecopetrol.

Los estudios señalan que en los departamentos de Arauca, Casanare, Meta y Vichada hay 8,3 millones de hectáreas aptas para proyectos de forestación comercial.

También se ha informado de una docena de empresas interesadas en reforestación comercial que en su conjunto manejan activos por más de 11.000 millones de dólares y están pendientes de que se resuelvan estos temas jurídicos para arrancar con sus proyectos.

Por último, el senador Alberto Castilla dijo a Portafolio que "como Senador campesino, lamento y respeto la decisión de la Corte”; destacó que las Zidres establecen un régimen regresivo de manejo de los terrenos baldíos y legalizan el acaparamiento de tierras; además, restringen las formas de asociación de los campesinos del país.

FUENTE Portafolio