Alianzas entre campesinos mejoran la comercialización de productos

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  • Hace casi una década, programa apoya la unión de los pequeños productores colombianos.

En los últimos 12 años, el trabajo en equipo de cerca de 58.000 familias de pequeños productores del sector rural en Colombia ha logrado consolidar agronegocios por el orden de un billón de pesos.

Esto, gracias al proyecto ‘Apoyo a alianzas productivas’, que llegó al país hace doce años través de una metodología que fue ideada por el Banco Mundial y que, en cabeza del Ministerio de Agricultura, ha apoyado la asociatividad de los campesinos, impactando positivamente cerca de 100.000 hectáreas de cultivos en el país.

Colombianos propietarios de cultivos en predios inferiores a 10 hectáreas se han unido en grupos de mínimo 25 productores para fortalecer sus prácticas agrícolas y, más que nada, de comercialización.

"Alianzas Productivas es, para el Ministerio de Agricultura, el programa más exitoso que este sector haya emprendido en la última década porque logró demostrar que sí es posible organizar pequeñas empresas con agricultores en la ‘ruralidad’ colombiana, la Colombia profunda”, aseguró Juan Pablo Diazgranados, viceministro de Desarrollo Rural.

Según el Ministerio de Agricultura, el éxito del programa radica en conectar los dos extremos de la cadena. El del productor con el comercializador, sin necesidad de intermediarios, asegurándoles a los campesinos la compra de sus cosechas.

El funcionario además apuntó que el nivel de cobertura en esta década logró llegar a la totalidad de los departamentos en el país, incluyendo San Andrés y Providencia, en donde hay un par de alianzas de pesca artesanal.

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Sumado a esto, el 92 por ciento de las alianzas que se han constituido a lo largo de la ejecución del proyecto, desde hace un poco más de una década, se mantienen al día de hoy. Lo que, según Diazgranados, demuestra la "fortaleza del programa”.

"Tiene cofinanciación, acompañamiento, protocolos muy serios, tasa de cesión muy baja; impacta a la primera base de la cadena, que es el productor pequeño, y tiene asistencia técnica”, enumeró el funcionario como bondades del proyecto.

Los productores que deciden asociarse tienen también unas responsabilidades. La más importante es la de generar capacidad de ahorro, que luego es reinvertida en tecnologías y otras herramientas que permitan mejorar su productividad.

"Por ejemplo, en Boyacá, donde hay cadenas lácteas, tenemos varias alianzas de pequeños productores que les venden a Colanta y Alpina, y luego ellos mismos están en capacidad de cofinanciar sus tanques de almacenamiento, entre otras cosas”, aseguró Diazgranados.

Este año, el programa llegó a su tercera etapa, luego de que en la primera logró sus primeros resultados y en la segunda, su consolidación.

Para este tercer momento, que coincide con la intención de reformar la ruralidad, el Ministerio de Agricultura le otorgó al programa la asignación presupuestal más alta de toda su historia. Además, desde enero de este año, el Ministerio de Agricultura ejecuta el proyecto conservando los protocolos del Banco Mundial, pero asumiendo la responsabilidad directa, en tanto que el país demostró su capacidad de poder continuar solo el proceso.

Se trata de 250.000 millones de pesos, con los que se plantea el reto de consolidar 513 alianzas que beneficiarán a 30.000 familias hasta el fin del mandato del presidente Juan Manuel Santos.

"Vamos a hacer en dos años y medio lo que el programa llegó a hacer en 11 años. Ya con el aprendizaje que tenemos y con toda la metodología que hemos adquirido”, explicó el viceministro Diazgranados.

En esta tercera etapa hay dos grandes variables. Una es la de los productos de Colombia Siembra, que le apuntan a la seguridad alimentaria. La otra es la de los territorios del posconflicto donde ha habido importante presencia del conflicto armado.

En este marco, la cartera de Agricultura entró a apoyar el trabajo de la Oficina de Atención Integral para la Lucha contra las drogas y los Ilícitos, liderada por Eduardo Díaz Uribe.

Para este capítulo del programa se espera involucrar a 45.000 familias, impactando además cerca de 40.000 hectáreas sembradas con coca.

Alianzas para la paz

El programa de sustitución de cultivos

Según Juan Pablo Diazgranados, viceministro de Desarrollo Rural, el Ministerio de Agricultura debe darles a los productores de cultivos ilícitos una opción lícita para cambiar su actividad.

Es así como el programa de Alianzas Productivas ha impactado doce zonas, en las que se concentran 91 por ciento de los cultivos ilícitos del país.

"Quien está sembrando ilícitos tiene ganancias aproximadas de no más de 1,5 salarios mínimos mensuales, porque el grueso del negocio se lo queda el narcotraficante. En cinco hectáreas de cacao o de otra línea productiva, va a ganar mucho más que eso”, explicó el funcionario, quien además apuntó el caso exitoso de los cacaoteros de La Paz, Cesar.

El campo en cifras

3 por ciento de aumento de café

La producción de café aumentó 3 por ciento en los últimos 12 meses. De ahí que la cosecha alcanzó 14 millones de sacos de 60 kilos, es decir, la mayor producción presentada en los últimos 20 años.

300.000 millones al Conpes lácteo

Esta es la cifra correspondiente a los recursos destinados por el Gobierno al Conpes lácteo entre el 2012 y el 2016, con los que se han favorecido 48.257 productores en 16 departamentos del país.

6.524 millones de pesos

Se destinaron en una primera capacitación del Fondo de Microfinanzas Rurales, que buscó acabar con el ‘gota a gota’ y así favorecer el acceso al crédito para los habitantes de la Colombia rural.

496.000 campesinos beneficiados

Esta es la cifra de productores que se han visto acogidos por el programa de asistencia desde el 2015, con el que se pretende mejorar la competitividad y también llegar a comunidades afros e indígenas.

Fuente: El Tiempo