‘La agricultura moderna, una buena forma de vivir’
- El experto en agricultura Shay Eliaz afirma que con la tecnología el sector ofrece buenas posibilidades en cuanto a calidad de vida.
Shay Eliaz, director estratégico de Monitor Deloitte, habla de los problemas y los retos del sector agrícola en Latinoamérica y el mundo, de las nuevas tecnologías y en especial de cómo atraer a los jóvenes al oficio, que se va quedando sin dolientes.
¿Cuál es el principal problema del sector agrícola latinoamericano?
Yo creo que la única forma de responder la pregunta es decir que es una mezcla de falta de infraestructura, productividad y desperdicio. No hay una sola respuesta porque depende de sobre cuál economía de la región se habla.
Si nosotros observamos a Brasil y Argentina, que están muy inmiscuidos en agricultura, saben cómo hacerlo y lo hacen bien, sus resultados, sus capacidades y su productividad están a un muy alto nivel.
En estos dos países están acostumbrados a grandes latifundios, a diferencia de otros países como Ecuador, Colombia, Perú, donde las fincas son más pequeñas, no pueden ser mecanizadas y por esto la productividad es más baja.
Una región como Latinoamérica tiene la tierra, el agua, los recursos y la población joven que puede entrar a la agricultura, puede ayudar a resolver el asunto de falta de alimentos no solo en Latinoamérica, sino a nivel mundial.
¿Cuál es el potencial de Latinoamérica en agricultura?
Yo tomé nota de un par de estadísticas que creo que son importantes. Si pensamos en el 2050, unos cuantos años en el futuro, para ese entonces la población mundial va a ser de 9.500 millones de personas. Para alimentarlos a todos hay que aumentar la productividad en un 60 por ciento más o menos.
La región tiene el 30 por ciento de la tierra cultivable a nivel mundial, con suficientes recursos como agua, y eso puede ayudar a resolver el problema. Además, posee un tercio del agua que puede utilizarse para ese propósito.
Si pensamos en que las pequeñas fincas representan el 50 por ciento de la producción actual en Latinoamérica, y si se puede incrementar la productividad de cada uno de estos pequeños agricultores en 5 o 10 veces, es mucho a nivel global.
¿Cómo está la región tecnológicamente?
Al utilizar los medios modernos se puede incrementar la productividad de cada una de las hectáreas. Y eso ayuda a la productividad no sólo de la región sino del mundo entero. El otro gran problema que no se ha mencionado lo suficiente es que si pensamos de manera global, el agricultor promedio tiene 50 o 60 años de edad más o menos, y hay hijos e hijas que no quieren meterse a la agricultura porque no es sexy, no saben si se puede ganar la vida con eso y prefieren la alta tecnología.
¿Por qué a los jóvenes no les gusta la agricultura?
El problema es que cuando los jóvenes ven a sus padres en la agricultura, simplemente no lo ven como un buen futuro. Si pensamos en la agricultura durante cientos de miles de años atrás, siempre fue una actividad familiar: tenían unos hijos y sabían que ellos iban a hacerse cargo de la finca cuando crecieran.
Hoy eso está cambiando completamente, y hay jóvenes que simplemente no quieren hacer agricultura porque no lo ven como una forma de ganar suficiente dinero para vivir bien.
Eso, sin mencionar que trabajar en la tecnología es un poco más llamativo y también tiene el atractivo de vivir en ciudades grandes como lo son Medellín o Bogotá.
¿Cómo atraerlos al oficio?
Haciendo campañas en el mundo para tratar de convencerlos de que la agricultura de manera tradicional no era tan buena, pero de manera moderna, es una buena forma de ganarse la vida con buenos ingresos. Que no tiene que ser tan duro como lo era antes porque puede ser mucho más mecanizado, automatizado y tecnológico.
Es crucial que los jóvenes entiendan que pueden tener una muy buen carrera en agricultura y que sí es posible salir adelante trabajando en este medio.
¿Un reto para el sector agrícola a nivel mundial?
Hay una tendencia de urbanización continua y la gente migra a la ciudad, lo cual pone mucha presión al sistema alimentario. Esto hace que se necesiten más alimentos y más infraestructura para llevarlos a las ciudades.
AYUDAR A LOS CAMPESINOS
El Gobierno debe ayudar al sector agrario con políticas. Cómo podemos asegurarnos de que los campesinos tengan un financiamiento adecuado, acceso al mercado para que así puedan obtener productos como semillas, herbicidas, pesticidas y fertilizantes.
Yo creo que los gobiernos tienen que pensar seriamente en cómo crear alianzas que permitan hacer todas estas cosas y no simplemente ellos por sí solos.
También darle cabida al sector privado porque muchas de las actividades del campo pueden ser manejadas por las compañías privadas que tengan interés en ayudar. En ocasiones, los campesinos también se agrupan para tener un poco más de poder.
La misión de los gobiernos no tiene que ser darlo todo, pero sí posibilitarlo.
Fuente: Portafolio
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