Colombia, un país apto para generar oferta exportable de alimentos

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La mirada de la política agropecuaria es el fundamento de la sostenibilidad económica de nuestro país, porque la demanda de alimentos es inmensa y el mercado nos sigue esperando.

 Seguimos insistiendo en que Colombia es un país apto para generar oferta exportable de alimentos, así como para desarrollar líneas productivas de materias primas que hoy se traen en la mayoría de países asiáticos y que muchos de estos países son de agricultura tropical como lo es Colombia.

(Lea: Aumentó dependencia minero-energética en exportaciones del 2017)

 

Si vemos cifras, tenemos que las principales importaciones agropecuarias equivalen a 1.700 millones de dólares representados en 7,5 millones de toneladas en productos como maíz, trigo, cebada, grano de sorgo, soya, entre otros.

(Lea: La inflación volvió al rango del Emisor: en enero bajó hasta 3,68%) En términos de exportaciones podríamos pensar en aumentar en un corto plazo aunque sea un 10% en productos como frutales, que tienen un crecimiento en su demanda superior al 10% tales como el aguacate hass, frutas exóticas, piña, papaya, lima Tahití, mango y otras. 

Dichas metas se alcanzan con la sustitución y se logran en corto y mediano plazo, teniendo en cuenta los siguientes pasos decisivos: 

a. Desarrollar zonas improductivas teniendo en cuenta aspectos técnicos y comerciales. 

b. Fortalecer y generar la oferta de mano de obra calificada por línea productiva, tema que implica el fortalecimiento en formación técnica y profesional. También es bien recibido el empleo no calificado para desempeñar labores que con el aprender haciendo se logran implementar. 

c. Se requiere inversión en bienes públicos para lograr desarrollo local con líneas como las que ha formulado la Agencia de Desarrollo Rural. 

d. Debemos sembrar variedades de productos por aptitud del suelo y con variedades aptas como las que está desarrollando Corpoica y los Centros de Desarrollo Tecnológico Agropecuario. 

e. Generar valor agregado haciendo pequeñas y medianas transformaciones dando respuesta a la demanda local, regional e internacional. 

f. Las siembras deben respetar la frontera agropecuaria y ambiental buscando que en el largo plazo podamos seguir produciendo comida pensando en sostenibilidad y sustentabilidad.

g. Contamos con líneas de crédito en condiciones favorables lo que implica que debemos formalizar a los productores accediendo al crédito agropecuario lo que permite incorporarlos al sistema financiero. Entonces sin hablar de más aspectos es claro que la sustitución es ganancia para los productores, para el mercado y para la economía del país. 

La CCI es testigo de primera mano de esta estrategia, al haber sustituido en un año 25.000 toneladas de yuca amarga importadas por agroindustria, este logro se alcanzó con la alianza con el sector privado para que pequeños y medianos productores de Córdoba, Sucre y Bolívar se dedicaran a producir yuca con calidad certificada, con asistencia técnica permanente e integral, generando empleo, aportando recursos a manera de anticipo para consolidar la oferta productiva y fortalecer la asociatividad de pequeños productores con la metodología MACS Modelos Agroempresariales Competitivos y Sostenibles propios de la Corporación Colombia Internacional (CCI). 

Otros casos de sustitución los tenemos en zonas de producción de coca con ejemplos increíbles, cultivando café especial, frijol, cacao, plátano y frutales, en donde es fascinante el cambio cultural a pesar de recibir menos ingresos que en lo ilícito, pero satisfechos al poder mirar a los ojos a su familia y entender que existen otras opciones en la formalidad.

Un caso para mostrar es la producción y comercialización de Lima Tahití en Nariño, con 600 productores excocaleros que hoy están certificados con calidad exportadora y que han recibido pedidos para enviar a Europa. 

Decir que sustituir es ganar, es pensar en generar reducción de costos por parte de la agroindustria al sembrar en tierras colombianas, es lograr generar empleo rural, es lograr proveer directamente al mercado con producción local mediante el desarrollo de proveeduría; es darle oportunidad a muchos propietarios y arrendatarios de tierra, la oportunidad de sembrar y vivir en el campo con producción estable y sostenible, respondiendo a un mercado asegurado; es creer en el campo y en su gente más si hablamos de pequeños y medianos productores.

‘Ganemos todos al Sustituir’, ‘al Sembrar a Colombia para el mundo’ como es el slogan de la Corporación Colombia Internacional, el campo y el agro son el mejor negocio para el país y la mejor manera de hacerlo es tomar la decisión y dar el paso aprovechando todos los instrumentos existentes en el mercado en materia de formalización, financiamiento , comercialización y asociatividad entre otros. 

La mirada de la política agropecuaria es el fundamento de la sostenibilidad económica de nuestro país, porque la demanda de alimentos es inmensa y el mercado nos sigue esperando.

Fuente Portafolio